Las bombas hidráulicas toman la energía mecánica de un dispositivo impulsor (una fuerza rotatoria) y la convierten en energía hidráulica en forma de flujo de aceite. Normalmente, nos referimos al flujo en términos de galones por minutos (gpm). El flujo es la cantidad de volumen por unidad de tiempo; en este caso, volumen desplazado cada minuto. Este es el flujo que determina la velocidad a la cual un sistema operará. Los impulsores más usados en sistemas hidráulicos industriales son los motores eléctricos de inducción de cuatro polos, los cuales giran a 1750 RPM (revoluciones por minuto).
Debemos de entender las siguientes 3 premisas, las cuales son los fundamentos para poder comprender el funcionamiento de los sistemas hidráulicos:
-Las bombas producen flujo
-Las bombas no producen presión
-La presión resulta cuando el flujo encuentra una resistencia
Las bombas producen flujo: Éstas producen flujo cuando sus partes internas giran, gracias a la acción rotatoria del impulsor (motor eléctrico, por ejemplo), el cual se acopla a la flecha de la bomba hidráulica. En términos simples, cuando la flecha del motor eléctrico gira, la flecha de la bomba gira y produce flujo. Las bombas de engranes son de desplazamiento fijo, lo que significa que siempre desplazará el mismo volumen de aceite cada vez que los engranes hacen una vuelta completa.